Tres escudillas

Teníamos un perro, Milo, al que queríamos como a un hijo. Cuando llegó a nuestra casa aún tenía los dientes de leche. Mario fue quien lo trajo, para nuestro décimo aniversario. Y yo, que al principio no quería saber nada, terminé por encariñarme y llamarlo con el nombre de un joven oficial americano al que […]

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Cartas, cabinas y vinilos

Mis padres se conocieron en la época de las cartas escritas a mano, las cabinas telefónicas y los discos de vinilo. La de los amores complicados y las distancias infranqueables. Cuando todo el curso de tu vida podía ser desviado por un teléfono que suena un minuto tarde, o por el descuido de un cartero […]

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